DEJANDO MEMORIA Y VIDA EN ESTE LUGAR

7 de septiembre de 2007

s U S a n A b I E n DeSPiErTA

5 comentarios:

Blas de Lezo dijo...

Yo ahora me acuesto.

Un saludo.

Anónimo dijo...

ok, buenas noches!

Blas de Lezo dijo...

Aqui ya comienza la lluvia a establecerse como un manto imperturbable por el tiempo. Sin embargo en la costa del levante los desheredados subsaharianos, marroquis y argelinos se la siguen jugando en míseras pateras y cayucos abarrotados de mujeres, niños y hombres que nada tiene. Hoy han llegado ya hasta la costa de Alicante. A los menores de 18 años se les recoge, alimenta, se les forma, intenta educar y a los 18 han de volver a su pais. Normalmente ninguno vuelve a la misaria de la que salieron y entran en el juego de las mafias. Los mayores de 18 se buscan la vida y no es muy bueno lo que encuentran. Lo triste es que "eso" que encuentran debe de ser mejor que lo que dejaron en Gambia, senegal, Argelia,etc.
Creo que todo va acabar por estallar en el opulento occidente.

Un saludo

Anónimo dijo...

!que interesante lo que me cuentas! comienzo a creer que en verdad el mundo es pequeño, tengo algunos relatos parecidos a lo que tu me cuentas pero de acá, de esta frontera americana, antes que contártelos preferí enviarte este poema que hace referencia a los migrantes salvadoreños, es un poco crudo pero muy sensible. Dime si emcuentras algún parecido con la realidad...yo cada que lo leo se me hace un nudo en la garganta y me recuerda a los mexicanos que han muerto en el desierto de Sonora.
Saludos y gracias por ecribir.
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Los que ampliaron el Canal de Panamá
(y fueron clasificados como "silver roll" y no como "gold roll"),
los que repararon la flota del Pacifico
en las bases de California,
los que se pudrieron en las cárceles de Guatemala,
México, Honduras, Nicaragua,
por ladrones, por contrabandistas, por estafadores,
por hambrientos,
los siempre sospechosos de todo
("me permito remitirle al interfecto
por esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño"),
las que llenaron los bares y burdeles
de todos los puertos y capitales de la zona
("La gruta azul", "El Calzoncito", "Happyland"),
los sembradores de maíz en plena selva extranjera,
los reyes de la pagina roja,
los que nunca sabe nadie de donde son,
los mejores artesanos del mundo,
los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,
los que murieron de paludismo
o de las picadas del escorpión a la barba amarilla
en el infierno de las bananeras,
los que lloraron borrachos por el himno nacional
bajo el ciclón del Pacifico o la nieve del norte,
los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,
los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar,
los que tuvieron un poco mas de suerte,
los eternos indocumentados,
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes mas tristes del mundo,
mis compatriotas,
mis hermanos.


Roque Dalton, 1974

Blas de Lezo dijo...

“los que apenitas pudieron regresar,
los que tuvieron un poco mas de suerte,
los eternos indocumentados,”

Creo que eso refleja lo que se vive en esta sociedad. Un montón de gente que vemos impasibles a otra gente de piel oscura que lo vende todo, lo regatea todo, aguantando humillaciones por parte nuestra con sus sonrisas de marfil que parecen forjadas de acero que sale de la caldera de las lamentaciones. Gente a la que le cedes la bolsa de galletas comprada en la panadería o le pasas un balón para dar unas patadas y te lo dan todo desde el brillo de sus ojos hasta el último reloj falso que les colgaba de su maleta rota.

No se sabe el número de personas que se quedaron por el camino en los últimos años. Pero el estrecho algún día los devolverá de su fondo y la vergüenza no dejará un corazón en pie.

Buenas noches de nuevo