DEJANDO MEMORIA Y VIDA EN ESTE LUGAR

10 de noviembre de 2007

S Ó B E S E
¿Alguna vez te ha pasado que te das un golpe en el cuerpo y no te sobas? ejemplo: estas en el supermercado y algún chistoso te pega con su carrito en el huesito del pie, ese de atrás que duele un chingo. otro ejemplo es cuando te tropiezas o te caes rodando de una escalera y por la pena de la caída tan estruendosa y la geta que has de haber puesto te levantas en chinga como si nada para aminorar la escena ridícula y aunque te duela bien cabrón donde te pegaste haces como que no pasó nada, nomás te sacudes el polvito de las nalgas, de los codos, de las manos, volteas para todos lados para ver quien se burlará de ti en los próximos días –y claro en ese momento- y va, a seguir caminando aunque el golpe te haya dejando un dolor de aquellos y un moretón que te sobarás en privado con muchas ganas para tratar de aminorar el dolor. Otro golpe que no tiene madre, y es sumamente doloroso y nadie se soba, es el golpe en el codo, este sucede cuando levantas el brazo a lo pendejo sin ver qué tienes atrás y resulta que había algún mueble de fierro o aún más estúpido, la pared y ¡sopas! te das un golpe de aquellos que quisieras gritar, pero te aguantas como los machos y alguien por ahí grita, ¡No te sobes es dinero! ¡!!ahhh!!!! entonces te aguantas aunque tu cuerpo te diga “sóbate guey me duele un chingo” no, no te sobas porque quien quita y te llegue un dinerito después, por haberte dejado sin sobar el codo.
¿A quién se le ocurrió que sobarse era un pecado? ¿porqué nadie se soba a gusto, con calma, con apapacho cuando se golpea alguna parte del cuerpo? ¿porqué? Yo tengo mi propia teoría. Yo creo que para empezar la pendejez está mal vista en la sociedad y caerte, golpearte, maltratarte ó simplemente encontrarte envuelto en una situación estúpida o vergonzosa es algo muy cercano al haber cometido una pendejez, por tanto todos a toda costa tratamos de aminorar la situación ridícula por la que estamos pasando, por ello retomamos lo más pronto posible la postura y listo! aquí no ha pasado nada. Otra explicación, es que el cuerpo es un ente que muchas veces es ajeno a nosotros mismos aunque día a día lo llevemos consigo, esto quiere decir, que nos importa un cacahuate que el cuerpo haya sufrido un dolor tremendo por algún golpe o simplemente no somos consientes del cuerpo y vale más terminar con la escenita que dedicarle el tiempo que nuestro cuerpo necesita para sobarse y tratar de aminorarnos nosotros mismos el dolor de algún golpe.
Por eso, hay les van unos consejitos: si te caíste no te levantes en chinga, ríete un rato de tu acto estúpido y luego ahí sentado en el suelo sóbate las partes donde te pegaste, a gusto, hasta que el dolor se baje un poquito y puedas levantarte tranquilo, luego sacúdete las nalgas y las manos y sigue caminando como alguien que está autorizado a tropezarse, a cometer errores y después enmendarlos. Si te pegaste en el codo, ¡nunca! escuches a la voz que saldrá por ahí y para decirte “no te sobes es dinero” ¡ni madres! Sóbate el codo quítate el calambrazo que se siente y que te llega hasta la cabeza… el dinero ya llegará y no tiene que ser acosta de dejar a tu cuerpo doliente.