DEJANDO MEMORIA Y VIDA EN ESTE LUGAR

30 de mayo de 2007

De inspiraciones

Acaricio la idea de poder rozar tus muslos con los míos.
Acaricio la idea de entrelazar tus dedos con los míos para llevarnos juntos al momento mágico donde solo yacemos tú y yo.
Acaricio el momento de inhalar tu aliento para comerte.
Acaricio la idea de encontrarte bajo el reflejo húmedo de la luna entrando en tu ventana y tú, esperándome.

29 de mayo de 2007

r e d e s e n r e d o s y s u b j e t i v i d a d e s

Yo lo supe, a mi me lo dijeron.
¿Y quién te lo contó a ti? ¿cómo supiste?
Alguien me lo contó.
Y quién se lo dijo a quien te lo dijo a ti.
Dónde comenzó la historia porque de seguro no eres la única que lo sabe.
Yo me enteré por una persona cercana a él pero de seguro lo inventó.
¿Estas segura que quién te lo contó lo ha visto?
Es que si no lo he viso no te puedo creer.
Bueno, mejor me quedo con mi versión, aunque por alguna razón ciento que no es cierta.
Pero no importa que no sea cierta, el chiste es que me hace imaginar que eso pasó y me causa un … no sé que…
Mira para iniciar tú y yo estamos platicando de algo que no sabemos si es realmente cierto… y estamos bien a gusto.
Bueno, sígueme contando.

17 de mayo de 2007


El motivo de que esté muriéndome de sueño frente a mi máquina el día de hoy a las 3:35 de la tarde es porque ayer fui a ver tocar a Fermín Muguruza y su banda, ¿ustedes lo conocen? Yo no lo conocía nada o casi nada pero me lancé a su concierto y me cae que la calidad brilla y su banda brilla, tiene calidad musical. Dicen los que saben que Muguruza es un tipo de acción, es vasco, defensor de los derechos culturales, activista de izquierda, músico, entre otras cosas. Al ritmo de reggae y con un frío de la chingada pasamos ayer en el multikulti una noche de sacudida a la conciencia social. Los que puedan láncense a verlo.

12 de mayo de 2007

¡No me llamen chilango en tierra norteña!

Aquí van dos definiciones distintas de lo que es ser chilango:

• Si se le pregunta a un habitante de la Ciudad de México, este contestará que un chilango es todo aquel individuo que llega de otra ciudad del país a vivir a la capirucha (significado original).
• Para cualquier persona que no viva en la capirucha, un chilango es todo aquel inmigrado o nacido en el Distrito Federal o área metropolitana.
O sea que por donde le vean los chilangos somos mal vistos y hay va el porqué de las cosas.
¿Quiénes son los que se pudieron encuerar el pasado domingo (6)?? ¿Quiénes pudieron dejar al aire libre todas sus cositas en la histórica plancha del zócalo? A ver ¿quién? Pinches 20.000 personas se encueraron para ser fotografiados por Spencer (hasta les ganamos a los españoles chinga) no dudo POR SUPUESTO que muchos se lanzaron desde otros estados de la república para ser retratados en cueros, pero la cosa, la onda, la situación, el punto, la chingadera, es que uno no se pudo ir a encuerar como dios manda al zócalo, porque todo lo histórico está en el centro…
Esto sin contar que Silvio Rodríguez estuvo el pasado mes de abril cantando sus “mariposas, mariposas que emergieron del oscuro, bailarinas silenciosas…..” que tampoco pude cantar con él….
En efecto, en el defectuso –tierra de chilangos aunque no nos guste- están pasando cosas muy chidas que ayudan a que se desate la alegría y la imaginación, que bueno, también nos llega hasta acá el entusiasmo, hasta la tierra de las “oportunidades” pero siempre es mejor vivirlo en carne propia, o en este caso…. en cueros propios.
Y ahí están mis filosóficas razones, hay se ven.

8 de mayo de 2007

Es el tiempo el que me mantiene así.
Es un tiempo que no conozco y que no se quita,
Que se pega y se queda, se embarra, se aferra a mí… a mi tiempo.
Es el tiempo que no me entiende, es mi tiempo el que no se cómo vivir.

5 de mayo de 2007

LA ESTRELLA


Tijuana, ciudad cosmopolita, de tránsitos diversos. La gente pasa por “LA REVO”, -avenida principal y más antigua de la tan estigmatizada ciudad-, cholos, negros, gringos, ojos rasgados, mexicanitos y mexicanitas, mixtecos, huicholes; todos transitan por la gran avenida buscando un poco de satisfaction. Así es la vida en esta ciudad fronteriza, un intercambio cultural a cada paso.
¡Para todos hay! Está el antro punchis-punchis, el table dance, y el cachondo lugar para bailar con un gran desconocido (a), que por una noche se convierte en el gran amante. La Estrella Dancing Club, es el lugar donde se reúnen los cuerpos sudorosos y ávidos de un poco de amor, de un apapacho y un buen galán para bailar, o en su defecto de una…BUENA reina.
La pista luminosa tipo “fiebre del sábado por la noche” con luces de colores y esferas espejeadas, hacen sentir al aficionado como en uno de esos concursos discotequeros que invitan a lucir los pasos aprendidos en los setenta. No obstante, los cuerpos inhibidos que se posan en la pista son grandes amantes de la música norteña y la banda. Mientras más dolidas sean las letras de las canciones, mejor, para que lleguen hasta el fondo del corazón inspirando a que los cuerpos bailen pegaditos y así juntar los cachetes húmedos.
Esta pista colorida contrasta con el resto de la decoración, pues La Estrella como buen club de baile, está engalanada con diferentes pinturas que expresan distintos tipos de bailes folklóricos: banda, norteño, ranchero, ritmos cadenciosos, incluso… desnudos sugerentes para el aficionado al baile.
La gran Estrellita, como se le dice de cariño, alberga cada noche de viernes y sobre todo de sábado, todo un escuadrón de bailarines que se descuelgan de diferentes lugares de la ciudad fronteriza. Todos y todas son migrantes dedicados a diferentes oficios, principalmente trabajan en las maquilas, albañilería, algunos jardineros, sexo servidoras, etc. Algunos llegaron de Sinaloa, otros de Puebla, Jalisco, Sonora, todos tienen en común el gusto por el baile, la lejanía y añoranza de su terruño, la certeza de un empleo mal pagado pero que les permite -al menos- darse sus gustos de fin de semana, como bailar y tomarse una cerveza bien fría y galantear o coquetear para después ser los reyes de la pista.
Un rasgo que es común entre la gente que visita el club, es la terrible soledad que se respira, una soledad capaz de aceptar casi cualquier cosa, hasta compartir el sudor de un cachete con alguien que transpira alcohol. Los cuerpos mientras permanecen estáticos en sus mesas, pierden su vista en el infinito, beben y beben cerveza como para darle rienda suelta a la desesperanza, el seño fruncido de dolor mientras cantan su canción favorita –como decía- la más dolosa, la más llegadora, la más desgarradora.
Quién sabe qué es en realidad lo que vive cada personaje que visita La Estrella; en los baños de mujeres por ejemplo, las historias las protagonizan los caballeros: abandonos, engaños, coqueteos, citas, peleas; mientras las mujeres se repintan una y otra vez los labios de rojo, el enojo e incluso la tristeza se refleja en sus ojos, sin duda.
Cuando llega el turno de salir a bailar –aunque no siempre llega el mejor modelito del lugar- una mano ofreciendo su ritmo no se puede desdeñar de ninguna manera, ya que a pesar de la congoja o la desolación en La Estrella Dancing Club, se va a divertirse y a prestar el cuerpo con toda la alegría y la pasión, aunque sea por un momento, por una canción. El cuerpo en ese momento se convierte en el recurso que libera al corazón. En el momento del baile las mujeres se convierten en las reinas de la pista y los hombres en los reyes, es el instante en que se aprovecha para lucir el vestido, el peinado, el cuerpo y los pasos más exóticos, más elegantes y más divertidos. Es el minuto en que se olvidan y se apegan aun más al terruño, al lugar que los vio nacer.
Algunos bailan con la misma pareja, prometiéndose amor eterno solo por una noche, otros bailan con uno (a) y otro (a) hasta perder el juicio. Otros, deciden consumar su amor pasajero en el Hotel más cercano, y otros finalmente salen mareados del ruido, el alcohol y el cigarro en busca de un rincón que los consuele.