DEJANDO MEMORIA Y VIDA EN ESTE LUGAR

25 de marzo de 2011

En tu universo.

Flotando en tu universo del líquido amniótico,
tus hermosos ojos cerrados, y tú, concentrada en tu pequeña vida.
Tu papá y yo enternecidos mirábamos cada una de las partecitas de tu cuerpo,
hacíamos conjeturas sobre cómo serán tus ojos, a quién te parecerás, cómo serán tus manos.

Contigo Luna, la vida se ha puesto mejor de lo que ya estaba.
Contigo pequeñita, la vida tiene una sorpresa diaria que regalarnos.
Eres como un milagro que me ha traído grandes enseñanzas de amor, paciencia y sabiduría.
Amor: por la ternura envolvente, frágil y sublime que has despertado en mí.
Paciencia: de saber que cada día creces y te desarrollas, y que a pesar de las ansias insoportables de tenermte en mis brazos, debo esperar a que estés lista para salir.
Sabiduría: porque todo el cuerpo, que es mi cuerpo y tu casa, se ha preparado y ha puesto todo a tu disposición para preservar tu vida.
Te seguimos esperando con las ansias que ya no pueden más, con el amor que me ha vuelto ciega de ti, de mi niña, de la pequeña Luna.