DEJANDO MEMORIA Y VIDA EN ESTE LUGAR

23 de abril de 2008

YO NOMÁS PREGUNTO.

Cuando dice la clase política “hay que resolver el problema del país” ¿se están refiriendo a los millones de mexicanos que viven en condiciones de pobreza? O se están refiriendo al alegato que los ha mantenido ocupados durante los últimos días como las elecciones aparentemente corrompidas en el PRD y las ambiguas discusiones que se dan con respecto a la privatización del petróleo mexicano. ¿Cuál es el “problema del país”? o pregunto mejor: ¿quiénes “son” “somos” los que tienen el problema? Porque hay algo que no me queda muy claro; cuando se habla de la privatización del petróleo –que al menos es el asunto que más me preocupa en este momento- el problema es del país, es un problema aparentemente sin solución, un problema que se agrava cada vez que las posturas políticas de izquierda y ultraderecha se encuentran en la mesa de discusión parecen irreconciliables sus puntos de vista que realmente son opuestos, finalmente no hay verdades absolutas el imaginario y la subjetividad de los seres humanos siempre está presente en cada uno de nuestros puntos de vista, por eso –sin duda- es importante abrir el criterio para escuchar cada una de las posturas y crear nuestro propio argumento. Pero regreso, ¿los que tenemos el problema somos los mexicanos o la élite política?, en qué momento un mexicano puede apoderarse o ser parte de los problemas que se discuten en el congreso en las esferas políticas, pregunto mejor ¿en qué momento se piensa en el mexicano común y corriente a la hora de tomar una decisión tan trascendente como la privatización de PEMEX? ¿Mejor aún, en qué momento PEMEX comenzó a representar un problema para nuestro país? En mi opinión, el “problema del país”realmente se convierte en un problema expandido a todos los mexicanos en el momento en que sufrimos las consecuencias de las decisiones que se toman en espacios en donde no estaba yo ó tu ó ustedes cuando estaban firmando acuerdos entre unos cuantos. Es decir, el “problema del país” mientras se lo están disputando en la elite política es solo una bandera para hacer creer a la opinión pública de su sensibilidad con el pueblo mexicano aunque las decisiones que se toman sean atroces como la firma del Tratado de Libre Comercio donde México quedó completamente desfavorecido y no se diga, desprotegido en términos de su producción interna de alimentos básicos –principalmente el maíz-, es decir valió madres, pero se firmó. El verdadero problema del país vino a la hora en la que miles de agricultores tuvieron que abandonar el oficio de sembrar la tierra porque simplemente su producción ya no era sustentable ni siquiera para venderla al peor precio, no hablemos de aquellos campesinos que practicaban la agricultura de auto consumo. Después de la gran competencia en la que se vieron involucrados los agricultores mexicanos y en la imposibilidad de responder a las exigencias del mercado vienen los movimientos masivos de gente hacia Estados Unidos, es decir, el TLC sirvió bien para exportar mano de obra barata, aunque ésta mano de obra sea calificada, -dicho sea de paso. Es decir, México pierde gente experta en el terreno de la producción agrícola y además gente calificada para hacer crecer su propio país. Aquí, según yo –favor de corregirme si estoy equivocada- viene el verdadero problema del país, cuando LOS MEXICANOS en la vida cotidiana experimentamos el resultado de las firmas y acuerdos que se hacen en espacios que son inaccesibles para la gente común. Cuando el salario no alcanza, cuando las escuelas y universidades no tienen recursos para dar mejores servicios a los estudiantes, cuando los servicios de salud son deplorables, cuando el precio de la tortilla aumenta, el huevo y los servicios en general. Cuando no se puede ahorrar para obtener un patrimonio familiar –o personal- cuando da pavor perder el empleo, cuando no hay otra opción más que migrar, y un largo etcétera, ahí es cuando todos los mexicanos somos parte del problema del país, cuando en carne propia vivimos las consecuencias de las decisiones que fueron tomadas por un grupo de políticos que se desgarran las ropas por tener un poco más de poder. ¡Y claro! El problema del país se queda entre los mexicanos regulares ó comunes, porque los mexicanos con poder se dedican a administrar lo ganado y además a seguir arrebatando un poco más, no por nada tenemos al hombre más rico del mundo en nuestro país, no hay símbolo de desigualdad social más imponente que esto, es surrealismo puro.
El punto es, que en esta etapa de discusiones y toma de decisiones lo que en este momento se está mencionando como “el problema del país” es un asunto abstracto, es sólo un discurso político, una forma de simbolizar la conciencia social inexistente claro, pero que funciona bien para calmar las aguas, o para hacer creer a la opinión pública que existe una preocupación real por la situación a la que eventualmente nos podríamos enfrentar los mexicanos. Pregunto: ¿en qué momento se transfiere el problema del país a los que conformamos al país en realidad? La transferencia del “problema” se hace cuando se firman tratados y entonces a los mexicanos nos toca vivir la otra parte del plan que casi siempre se traduce en “amachinar” como decimos por acá, por eso a los mexicanos se nos conoce como “bien aguantadores” somos bien entrones. Entonces pregunto: ¿hasta cuándo vamos a exigir como ciudadanos que se nos incluya en la toma de decisiones que afectan a nuestro país? ¿hasta cuando se va a hacer efectivo nuestro voto? ¿hasta cuándo se va a voltear la cara hacia el país y preguntarnos si estamos de acuerdo o no con lo que sucede? Respuesta: hasta que tengamos un pueblo educado, informado, empoderado, crítico, analítico, estudiado. Hasta que no haya ningún rincón de México con gente sin acceso a la educación. Hasta que tengamos medios de comunicación que SOLO comuniquen sin darnos su opinión personal, hasta que exijamos ser informados y tomados en cuenta a la hora de la toma de decisiones. Hasta que en conjunto discutamos las mejores opciones para decidir la conveniencia o no de la privatización del petróleo mexicano, sea esta parcial o total. Hasta que la clase política volteé a ver al mar de gente que vivirá las consecuencias de su ceguera, y si ustedes tienen más respuestas las podemos agregar ………………..