DEJANDO MEMORIA Y VIDA EN ESTE LUGAR

10 de febrero de 2008

NO DEBERÍA DE HABER POBRES

Nadie debería vivir en los rincones de los países sufriendo por lo que a otros les sobra a manos llenas. Ni niños, ni mujeres, ni hombres, ni ancianos, deberían estar ahora pensando qué es lo que van a comer mañana, con qué se van a tapar del frio, cómo le van hacer para traer el sustento a su casa.
No deberían existir los programas sociales para la pobreza, ni desayunos escolares para los niños indígenas, ni alimentación especial para los desnutridos, ni refugios, ni salud extramuros para ayudar a los enfermos. No deberían ni siquiera existir una microregionalización para localizar a los más pobres de un país.
En un país democrático deberían existir el mismo derecho y oportunidades para todos, para el niño de la sierra y para el niño de la ciudad. En un país donde la riqueza se distribuye con justicia simplemente no existen los programas de “combate a la pobreza”.
Siempre he pensado que los programas de “combate a la pobreza” sólo es una falsa manera de justificar la ineficiencia y desigualdad con la que se distribuye la riqueza de un país. Si la visión de los políticos fuera equitativa y sustentable, simplemente no habría pobres, los programas se enfocarían al desarrollo humano y no a menguar las necesidades humanas.

1 comentario:

Blas de Lezo dijo...

No debería haber pobres, ni ricos, no debería haber excusas ni coartadas como las que tu bien dices.
Pero lo que hay es peor. Los remedios que se generan sólo son coartadas para seguir así.
Como contaba Quevedo en su libro "Sueños", cuando recorria en sueños una ciudad que se asemejaba a la vida. Su calle principal se llamaba hipocresía y en ella quien mas o quien menos tenian un buen piso,o una habitación de alquiler o simplemente paseaba por ella de forma periódica.

Pura hipocresía que es la que mantiene este modo de vida.

No se lo que nos depara el futuro, pero te deseo el mejor.

Un beso, Blas